lunes, abril 14, 2008

Otro interesante Video de Aristóteles

Un video interesante de la Biografía Aristóteles

Conceptos Aristotélicos II


CATEGORÍAS ARISTOTÉLICAS II
La entidad o substancia y sus clases.
La substancia es la categoría esencial, esto es es aquella categoría que aplicamos a una cosa cuando queremos saber qué es en sí misma, no en relación con otras; por eso se la llama el qué es. La substancia es el "ser" propiamente dicho. Dice Aristóteles:
"En verdad, el eterno objeto de todas las investigaciones presentes y pretéritas, la cuestión siempre planteada: ¿qué es el "ser"?, se reduce a esta otra:¿qué es la substancia? Sobre la substancia, unos filósofos afirmaron que era única, y otros que era múltiple (y esta multiplicidad era, para unos, limitada en número, y, para otros, infinita). Para nosotros también el objeto fundamental, primero y, por así decir, único de nuestro estudio será el "ser" tomado en este sentido: la substancia" (Met., VII, 1, 1028 b 3).
La pregunta por la esencia sólo se puede aplicar sin matices a cosas que existen independientemente de las otras. La substancia es el individuo concreto. Sin embargo, Aristóteles extiende la denominación de "substancia" y la aplica no únicamente al individuo concreto:
"La substancia en el sentido más fundamental, primero y principal del término es aquello que ni es afirmado de un sujeto, ni está en un sujeto: por ejemplo, el hombre individual o el caballo individual. Pero podemos llamar "substancias segundas" a las especies en las que están contenidas las substancias tomadas en el primer sentido; y aún hay que añadir a las especies los géneros de esas especies. Por ejemplo, un individuo hombre está contenido en la especie "hombre", y a su vez esta especie se incluye en el género "animal". [...] De entre las substancias segundas, la especie se llama "substancia" con mayor razón que el género, ya que está más cerca de la substancia primera [...] Por otra parte, "substancia", hablando estrictamente, se aplica sólo a las substancias primeras, ya que únicamente ellas subyacen a todas las demás cosas". (Categorías V,)
Hay dos tipos de substancias: substancia primera (el individuo concreto) y substancias segundas (la especie y el género). Sin embargo, en sentido estricto, la substancia es el individuo concreto. Las substancias segundas son también algo real sin embargo, puesto que la ciencia es sobre lo universal. Estas substancias segundas, sin embargo, no existen separadamente de la substancia primera, sino únicamente en ella.
En definitiva, la substancia primera es lo verdaderamente real, la substancia en sentido estricto: ella es el sujeto último en el que tienen su existencia la especie y el género (e igualmente la esencia y la forma).
El significado filosófico de ousía consiste, más allá de su inclusión entre las categorías, en mostrar la estructura radical de la realidad. Sustancia es sustrato: lo sustante del ser; y desde ahí se concibe la estructura real.
La substancia es el sujeto último de toda predicación: no puede predicarse de otro ni existe en otro. En y por sí existe, separada (khoristón); sólo ella tiene esencia y, por tanto, definición. Su prioridad entitativa consiste en la subjetualidad, que es la raíz de la separabididad subsistente. Es decir, que por ser sujeto último determinado, la sustancia está separada. La concepción aristotélica del ser es una concepción subjetual del ser. El núcleo entitativo de la realidad es sujeto de atribución (predicados) y de inhesión (notas reales que le son propias).
Este análisis es el que lleva a Aristóteles a dar preferencia a los objetos materiales, a los seres naturales, sobre los números y figuras de los matemáticos, subordinando aquéllos sólo a las entidades divinas o astros, que son las sustancias por antonomasia. Y ello a pesar de afirmar repetidamente que la verdadera ciencia es la que versa sobre lo universal, lo que se da necesaria e invariablemente en todos los casos, no sobre lo particular, singular o individual, que es variable y distinto en cada caso. Pues bien, los seres naturales son variables y son siempre seres individuales. En cambio, los entes matemáticos son inmutables y generales.
Materia y forma.La solución a la paradoja de la ciencia, que sólo puede consistir en la comprensión de nociones universales, pero sólo tiene interés si se aplica a los seres concretos, individuales, la resuelve nuestro filósofo distinguiendo en las cosas reales dos principios constitutivos, y en los procesos reales, cuatro causas explicativas, de estas últimas hablaremos más adelante cuando hablemos de la physis.
Aristóteles sostiene que la substancia, es decir, el individuo concreto, es un compuesto (synolon) de materia (hyle) y forma (morphé). A los dos principios constitutivos, verdaderos coprincipios (pues son perfectamente complementarios y, en los seres naturales, inseparables uno de otro) los llama nuestro autor materia y forma (en griego, hyle y morphé). La forma corresponde a la Idea platónica: es la esencia de la cosa, la substancia segunda, la especie y el género y es eterna, es la estructura permanente, universal, repetida en todor los individuos de una misma especie o clase y no existe sino en la materia (decimos que pertenecen a una misma clase o especie precisamente porque descubrimos en ellos esa estructura repetida). No hay formas separadas fuera de los individuos. La materia es el elemento neutro, indiferenciado que la forma se encarga de organizar y diferenciar y es también eterna. La materia no es nada de lo que podamos decir, pero no podemos decir que sea "nada". Dice Aristóteles: "Llamo materia a lo que en sí mismo no se concibe como algo determinado, ni cuanto ni afectado por ninguna de las demás determinaciones por las que el ser es afectado". La materia, al carecer en sí misma de contornos precisos, de rasgos distintivos, es ininteligible; pues entender significa diferenciar, distinguir, en una palabra, definir, cosa que sólo es posible con la forma, principio de inteligibilidad. La comprensión de la forma es la base del conocimiento científico, universal; la presencia de la materia es la base del conocimiento empírico, singular. Ambas, materia y forma son eternas, pero no existen independientemente, sino únicamente en el compuesto de ambas.
Evidentemente, Aristóteles confiere una clara prioridad a la forma. En efecto, la forma (morphé) es, al mismo tiempo: 1) la esencia de cada cosa (es decir, "lo que algo es" tò tí esti), 2) la naturaleza. Sólo la forma es definible y cognoscible. Y es lo común a toda la especie (eidos), por lo que posee un carácter supraindividual (preexiste al individuo). En cambio, la materia primera es incognoscible (no hay nada inteligible en ella), pero es lo que individualiza la forma/especie. La substancia se predica preferentemente y en primer lugar del eidos, de la forma (morphé), en segundo lugar, del synolon y en tercer lugar de la materia.
3. Potencia y acto.Además de la distinción entre sustrato o materia, forma y privación, Aristóteles crea otra distinción entre ser en potencia y ser en acto.
La palabra dynamis, potencia, significa en griego primariamente fuerza o poder de hacer algo, pero Aristóteles la utiliza para designar la capacidad pasiva de posiblemente llegar a ser algo. Lo que le interesa subrayar es que no toda cosa puede llegar a ser cualquier cosa
En terminología aristotélica a la potencia (dynamis) se opone el acto (enérgeia), que es la realidad actual, la actividad presente.
Aristóteles emplea la palabra entelékheia a veces como sinónimo de enérgeia, acto, y a veces como acto de algo en su plenitud o culminación.
Un cambio consiste en la actualización de una potencia. Por eso, mientras el cambio no se inicia, la potencia está como dormida, es una potencia meramente potencial. Una vez concluido el cambio, la potencia ya no existe, ha desaparecido, sustituida por el acto, por la forma de aquello de que era potencia. Pero durante el cambio mismo, cuando éste ya ha empezado y todavía no ha terminado, es como si la potencia se despertase y brillara por un momento con luz propia, como si fuera fugazmente potencia activa, eficaz, en ejercicio, potencia en su plenitud, culminación de la potencia, antes de su definitiva desaparición. De ahí la famosa definición aristotélica del cambio: "El cambio es la culminación [entelékheia] de lo potencial en cuanto tal".
4. Tipos de cambio.Cada vez que hay un cambio, una forma se realiza, una potencia se actualiza, algo nuevo surge. Pero "el surgir se dice de muchas maneras". Lo que surge del cambio puede ser una nueva entidad, o una nueva cualidad o localización de una entidad ya existente, etcétera. "Hay tantas especies de movimientos y cambio cuantas las hay de ser". Hay cuatro tipos de cambio.
"Lo que cambia siempre según la entidad o según el cuánto, o según el cuál, o según el lugar". El cambio entitativo o sustancial o esencial es aquel en que una cosa deja de ser la entidad que era para transformarse en otra distinta. En el cambio accidental la cosa sigue siendo la misma, pero cambia en algún aspecto cualitativo o cuantitativo o sencillamente cambia de lugar. En cualquier caso, esos cuatro son los tipos de cambio distinguidos por Aristóteles. "Los tipos de cambio son cuatro:o según qué es, o según cuál, o según cuánto, o según dónde. La generación absoluta y la corrupción constituyen el cambio según el qué es; el aumento y la disminución, según el cuánto; la alteración, según la pasión, y la traslación, según el lugar".
Otra distinción completamente diferente es la que hace Aristóteles entre cambio natural y cambio artificial o violento. El cambio natural es el que surge espontáneamente de la cosa, con independencia de toda intervención humana. El cambio artificial o violento es el que sólo se da merced a la interferencia humana. La ciencia física se ocupa de los cambios naturales, mientras que los cambios artificiales son objeto de los saberes productivos.
El cambio en general se divide en cambio entitativo (generación y corrupción) y cambio accidental. Este último se divide a su vez en aumento o disminución, alteración y locomoción. Y cada uno de esos cambios puede a su vez ser natural y artificial.
El cambio es siempre la sustitución de una forma por otra en un sustrato, la actualización de una potencia. La forma sustituida puede ser la forma entitativa, lo que la cosa es, en cuyo caso el sustrato -en este caso, la materia- deja de tener la forma entitativa que tenía para pasar a tener otra, deja de ser el tipo de cosa que era para pasar a ser algo completamente distinto, otra entidad. A este tipo de cambio se le llama generación -desde el punto de vista de la entidad que aparece- o corrupción -desde el punto de vista de la entidad que desaparece-. La generación (génesis) es el nacimiento, el surgimiento. La corrupción (phthora) es la muerte, la desaparición, la destrucción. Pero la generación y la destrucción no constituyen un misterioso surgir de lo existente a partir de la nada ni un hundirse en la nada, sino la actualización de una potencia del sustrato. Cuando el animal muere, pasa de ser un animal a ser un cadáver, su forma entitativa anterior desaparece, pero el sustrato -la materia- permanece. Todo animal vivo es un cadáver en potencia. Su muerte es la actualización de esa potencia. La misma materia pasa a estar organizada o estructurada de otra manera. la misma materia -que aquí sirve de sustrato- pasa de ser un animal vivo a ser un cadáver. La materia es el sustrato de todos los cambios entitativos, lo que permanece de las cosas que se generan y se destruyen. Ello es posible porque la materia es eterna, por un lado, y porque es potencialidad pura, capaz de adoptar todas las formas, por otro.
No todo cambio es tan radical como la generación o la destrucción. La mayoría de los cambios se limitan a sustituir una forma accidental por otra en una entidad que permanece durante el cambio y le sirve de sustrato. En eso consiste el cambio accidental.
El cambio cualitativo o alteración es la sustitución de una cualidad por otra en una entidad, la actualización de una de sus potencialidades cualitativas. La alteración puede ser natural o artificial.
El cambio cuantitativo consiste en el aumento o crecimiento y en la disminución, en la sustitución de una cantidad por otra en la entidad, en la actualización de una de sus potencias cuantitativas. También aquí cabe tanto el cambio natural como el artificial.
El cambio de lugar o locomoción o traslación consiste en la sustitución de una forma local por otra, es decir, de un lugar ocupado por la entidad por otro. Cualquier cosa está potencialmente en cualquier sitio en el que podría estar. Pero esa potencialidad sólo se actualiza si la cosa se traslada hasta allí, si realiza el correspondiente movimiento local o locomoción. La traslación de un lugar a otro puede ser natural o artificial.

Conceptos Aristotélicos


LA ESENCIA

La primera de las categorías es la Ousía o la esencia (la substancia), es decir, aquello que responde a la pregunta ¿Qué es?. La Ousía es la primera y principal categoría porque sin ella no serían posibles los demás modos de ser: Tiene que haber algo que sea sujeto o al que se atribuyan los demás predicados:

La casa (Ousía)
Es:

de 70 metros (cantidad), blanca (cualidad), En Madrid (lugar), del siglo pasado (tiempo), estropeada (pasión),...etc.
Sin casa, no podríamos atribuir el resto de los predicados; Es decir, las demás categorías no pueden separarse de la substancia u Ousía, ya que son afecciones, cualidades o determinaciones de la primera.
Para que algo sea rojo, tiene que haber un algo (substancia) que lo sea. Tiempo, relación. acción cualidad, cantidad, etc, lo son siempre de y con respecto a algo.
Así pues, la substancia (Ousía) es el ser propiamente dicho, ya que todas las demás formas de ser lo son con relación a ella.

LA SUBSTANCIA

La substancia es aquello que posee ser por sí misma y no necesita de otras categorías para ser. La substancia es el sujeto del que se predica todo lo demás. Es la categoría fundamental porque el resto de ellas se dicen de un sujeto, necesitan de un sujeto para ser: rojo, cálido, enfadado, ... son afecciones, modificaciones o acciones de un sujeto. Sin éste, no pueden darse. No hay cálido sinó algo (clima, carácter, agua, etc.) que muestra esa cualidad. Pues bien, la Ousía o substancia, en tanto que sujeto en el que se inhieren el resto de las categorías, es el individuo particular, la cosa individual y concreta de la que predicamos (decimos) algo. Caballo, mesa, árbol, piedra,... todos ellos son substancias y, como veremos más adelante, compuestos hilemórficos.
Las afecciones, acciones y determinaciones de la substancia (de los seres concretos y particulares) son denominadas por Aristóteles accidentes, es decir, aquello que necesita de otro (de la substancia) para ser.
Así, nos queda lo siguiente:
El ser se dice en múltiples sentidos; el primero es la ousía o substancia, porque no necesita de otro para ser . También se dice el ser como aquello que modifica, determina o cualifica a las substancias : los accidentes, que son las nueve categorías restantes (cantidad, cualidad, lugar, tiempo, etc.) y que mantienen una relación de dependencia con la primera categoría, sin la cual no pueden darse.
Aristóteles, especifica aún más qué sea la Ousía, llegando a la siguiente consideración:
Hay una Primera ousía (próte ousía), que es el individuo concreto, cada ser individual que existe por sí mismo.
Pero hay también una Ousía segunda (deutera Ousía) que es la idea, la esencia o quiddidad de ese ser. esto es, la especie, el concepto que tenemos y que define a ese ser. El universal. Los conceptos universales nos muestran la esencia (qué es) de las cosas. El concepto "perro" se aplica universalmente a todos los animales de esta especie, sin tener en cuenta sus accidentes. No se es más o menos "perro" por tener el pelo castaño en vez de gris, o tal o cual estatura. Los conceptos universales se refieren a la esencia de los seres y no a sus accidentes, que pueden cambiar y ser absolutamente diferentes en un perro y en otro.

LA TEORÍA HILEMÓRFICA

Aristóteles le ha devuelto al mundo su realidad: lo que "es" realmente son las cosas (subsatancias) y no las ideas separadas de Platón.
Estas substancias están compuestas de dos coelementos o principios inmanentes: la materia (hylé) y la forma (morphé). El hilemorfismo es la teoría que afirma que las substancias son un compuesto de materia y forma. Veámoslo.

LA FORMA es la esencia de la cosa, el qué es la cosa. Es decir, aquello que determina a algo a ser ese algo y no otra cosa. Por eso la forma es la especie, las notas esenciales que hacen que algo sea lo que es y, por lo tanto, pueda ser conocido y definido. Esta forma es eterna, pero no puede existir sin la materia, el otro polo de la substancia.
La forma es también considerada la naturaleza propia de la cosa, es decir, su principio inmanente de actividad y desarrollo por el cual llega a hacerse como tal ser.
Nosotros seguimos utilizando actualmente esta manera de hablar. Decimos que hay personas que tienen una naturaleza irascible o inquieta.

LA MATERIA es aquello que es determinado por la forma para sacarla a la luz (hacer presente a la forma). Sin materia no habría substancias. Y que efectivamente las hay no es algo que haya que demostrar.
La materia es indeterminada, ya que no posee ninguna forma que la determine a ser algo. Es lo que es susceptible de recibir una forma sin ser de hecho ninguna. Sin una forma que la determine, la materia no sería ni perceptible ni cognoscible

Por lo tanto la materia no es el material de que está hecho algo. Madera, hierro, plástico,... son todos materiales que ya tienen una forma. Si podemos definir "madera" es porque ésta ya posee de hecho un principio determinante que la hace ser lo que es: madera.
La materia de la que habla Aristóteles (próte hyle) o materia primera, es algo carente de forma, de cualidades o de extensión. Dicha materia es incorruptible y opera como sustrato último de toda determinación, aquello en lo cual tiene lugar toda determinación. Por ello la materia primera es informe e indeterminada, imperceptible , incognoscible y eterna.
A lo material conocido, perceptible, lo llama Aristóteles eschaté hyle, es decir, materia próxima, que constituye la diversidad de materiales que conocemos: bronce, mármol, madera, poliuretano, vidrio, hierro, plástico, etc. Esta no es la materia pura porque ya está determinada por una forma (la forma de bronce, la forma de mármol, etc.).
Así pues, la substancia está formada por dos coelementos eternos, materia y forma, que son diferenciables tan solo por el pensamiento y no en la realidad física, donde siempre se dan indisolublemente unidas la una a la otra. Aristóteles ha solucionado así el problema de la trascendencia de las esencias, al quedar estas inheridas dentro del compuesto.
Paradójicamente, no obstante es la materia la que individualiza las formas o las especies, produciendo la multiplicidad y diversidad de seres dentro de una misma especie. Todos somos hombres por tener la misma esencia común, pero no todos somos iguales. Las diferencias sobrevienen por la materia: ésta recibe de múltiples maneras la forma universal.
"La especie en esta carne y estos huesos es Calias o Sócrates. Se distinguen por la materia, que es distinta, pero son lo mismo por la especie, ya que ésta es indivisible"
(Met. V, 8, 1034a 5)